Cuadernos digitales
De entre todos los contenidos que pululan por internet me quedo hoy con las bitácoras digitales. Los socialistas leoneses han habilitado una herramienta interesante, incardinada en su página web “Socialistas por León”, que hoy merece nuestra atención y aplauso. El alcalde de León, Francisco Fernández, se ha sumado a la iniciativa adoptada hace ya tiempo por el concejal de urbanismo, Francisco Gutiérrez, para explicar el modelo de ciudad que está implementando en León y ha optado por abrir un cuaderno en la red.
Aunque Schumpeter definiera la democracia angostamente como un instrumento para la toma de decisiones, considerando el elemento central la disputa por el voto popular para que los individuos puedan acceder al poder como si de un mercado se tratara, desde mi punto de vista no puede entenderse sin la necesaria retroalimentación entre las elites que dirigen las instituciones del Estado –y una entidad local lo es- y la ciudadanía. Y ahí las nuevas tecnologías pueden facilitar el siguiente ciclo político: las demandas ciudadanas dan origen a las iniciativas de nuestros representantes que la sociedad enriquece enjuiciándolas y que finalmente conforman las diversas políticas públicas a implementar.
Los cuadernos digitales permiten a los lectores interactuar con quienes los escriben, pudiendo así debatir los diversos temas que nos proponen o cualquier otro que se produzca al hilo de la conversación. De este modo, lo que en principio se concebía como un panegírico a su jefe de filas o una furibunda crítica a una determinada opción política puede devenir en un interesante debate acerca de cómo solucionar problemas que la ciudadanía expone sin apenas costes.
Mi experiencia como lector ha sido francamente positiva. Aunque solo fuera porque, en uno de sus apuntes, Ibán García del Blanco, el actual número dos del socialismo leonés, recomendaba un libro de Laurence Ress (El holocausto asiático: los crímenes japoneses en la II Guerra Mundial). Su lectura me llevó a “videar” nuevamente La delgada línea roja y permitió acercarme por primera vez al clásico El puente sobre el río Kwai. Cada uno se retroalimenta como puede. Que cunda el ejemplo.
Publicado en La Crónica de León el 28 de abril de 2010, página 2.
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