El galardón
No había otro. Tuvo que ser a él. Si nadie lo impide, el hosco de Francisco Álvarez Cascos será designado paisano de honor en Valencia de Don Juan cuando se celebre la tradicional fiesta, más conocida como la del “bollu preñau”, que compartimos con nuestros amigos asturianos que pasan largas temporadas vacacionales en nuestra tierra. Los méritos que aduce para tal distinción el alcalde coyantino, Martínez Majo, es que de manera privada no hay año, lustro o decenio que no se deje caer por la urbanización Valjunco para degustar un buen prieto picudo y a buen seguro participar en alguna reunión discreta y aviesa con sus correligionarios de partido para analizar la situación de los populares en el Principado.
Sentenciando: Cascos ha sido, para León, un funesto Ministro de Fomento cuya gravosa herencia aún seguimos pagando y pagaremos durante décadas. Si bien muchos de los que ejercieron el cargo durante los Gobiernos de Felipe González sacrificaron sistemáticamente en nuestra tierra las inversiones en infraestructuras de comunicación, al menos no nos hipotecaban con sus decisiones. Las más lacerantes sin duda fueron dos: la primera, la no construcción de una autovía y sí una autopista desde León a la capital maragata, teniendo en cuenta que no existía dificultad orográfica y que nos encontrábamos en un período de bonanza económica; y, la segunda, la renovación de la concesión de la autopista que nos une con Asturias. ¡Qué sarcástico premiarle en una fiesta de hermanamiento!
Desde el primer fin de semana de agosto la réplica del castillo romántico del siglo XV, que vigila y protege desde lo alto el territorio de la Vega del Esla, desde Fresno hasta Villademor, compartirá vitrina junto a la “Chirimoya de oro”, galardón que recibió en Sierra Nevada y que fue a recoger minutos después de mandar al carajo aquel petrolero de prestigio, y a las dovelas famosas con las que vendía humo de alta velocidad. Quien también está pensando en premiarle es la Asociación de Talleres Mecánicos Leoneses por su primorosa ronda sur, cuyo tránsito se asemejaba más a una etapa asfaltada del París-Dakar y que hubo que arreglar de manera íntegra.
De vergüenza.
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| "Ciclópea babosa", fotografía perteneciente al álbum "La ventana de una lágrima" |
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