El recorte
Los países comunitarios, especialmente los que componemos la Eurozona, es decir, los que tenemos el euro como moneda, al ver como los mercados se cebaban con nuestra divisa y con nuestra deuda, tuvimos que reducir nuestro déficit para salvar, en último término, el proyecto común. Ello implicó retirar las políticas de estímulo, que son las que pretenden incrementar la demanda desde el sector público cuando cae la privada, lo que afectará, lógicamente, a la inversión pública e, inevitablemente, nos advierten los economistas, ralentizará la recuperación, de la que ya hay evidentes síntomas, y postergará la creación de empleo, nuestro problema más acuciante.
La buena marcha del Estado del bienestar, que en el pasado se ha construido básicamente gracias al impulso de las políticas públicas de los gobiernos progresistas de González y de Zapatero, nos concierne a todos. Y estamos en un momento transcendental de toma de decisiones actuales que lo hagan viable en el futuro. Pero el Estado lo conforman todas las administraciones, incluidas la local y la autonómica, mal que le pese a los nacionalistas catalanes, vascos y españoles, y, por lo tanto, el Ayuntamiento de León no podía mantenerse de manera irresponsable al margen de la crisis económica que vivimos y hacer como que consigo no iban las políticas de austeridad.
La clave está en saber dónde recortar. Decidir qué proyectos son los que en el futuro harán de León una ciudad moderna, atractiva, sostenible y competitiva ha sido la tarea. Y, ante esa disyuntiva, entre seguir financiando a espuertas y a fondo perdido a los clubes de élite del deporte leonés o construir el Palacio de Congresos e integrar el ferrocarril en la ciudad no cabía duda de por qué decantarse.
La Cultural, que no deja de ser una Sociedad Anónima, ha recibido más de las instituciones de lo que devuelve a la sociedad. Construimos un estadio de primera para proyectos de segunda que sobre el terreno de juego eran de tercera. Los aficionados se divorciaron simultáneamente de los jugadores y de los directivos, que destacaron por su despreciado a la cantera y por su ruinosa, polémica y opaca gestión. Ni una lágrima.
Publicado en La Crónica de León, 28 de julio de 2010, página 2
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| 'Secano', fotografía perteneciente al álbum de fotografías hermano 'La ventana de una lágrima' |
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