20 de julio de 2010

Invitación


Dedico este libro a Pablo Neruda

Tú preguntas por el corazón, y yo también. Mira cuántas bocas cenicientas de rencor, hambre, muerte, pálidas de no cantar, no reír: resecas de no entregarse al beso profundo. Pero mira el pueblo que sonríe con una florida tristeza, augurando el porvenir de la alegre sustancia. Él nos responderá. Y las tabernas, hoy tenebrosas como funerarias, irradiarán el resplandor más penetrante del vino y la poesía.

Prólogo de El hombre acecha


Dedico este libro a Vicente Aleixandre

“Los poetas somos viento del pueblo: Nacemos para pasar soplados a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas”


Prólogo de Vientos del pueblo

Miguel Hernández

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