24 de noviembre de 2010

Rajoy, el campeón olímpico

De mariscadas y campeones olímpicos

Rajoy I, el Campeón Olímpico. Rajoy aspira por tercera vez a gobernar España. De sobra es conocida su pasión por los deportes, singularmente el ciclismo, así como por la lectura matinal de la prensa especializada, en particular el Marca. La semana pasada, en un coloquio organizado por su organización política, y tras hacer Dolores de Cospedal un análisis de la actualidad informativa, intervino para revelarnos que “se sentía liberado para hablar de deporte”, que es lo que “realmente le gusta” e invitarnos a practicarlo en nuestro tiempo libre, añadiendo que en caso de no poder hacerlo “hay que saber priorizar”, como hace él, y ver Teledeporte. Doblemente anonado aún me hallo. En primer lugar, por los consejos a la ciudadanía de quien aspira a dirigir España aplicando un plan como el de David Cameron reconociendo que no lo ha estudiado; en segundo, porque se debe exigir algo más de nivel cultural a nuestras elites políticas. Apunten para la inevitable y pronta sucesión de Rajoy el nombre de José María Lasalle, que acaba de publicar su ensayo Liberales. Compromiso cívico con la virtud, en el cual pretende articular unos principios filosóficos sobre los cuales podría el PP fundamentar un programa alternativo de gobierno. Mientras lo redactó, Rajoy estaba atento al desenlace del duelo entre el “virtuoso” Alberto Contador y Andy Schleck.

Mariscada en Benavente. Tengo cierta empatía con Javier Marías. Y devoción por sus brillantes columnas. Probablemente sea el mejor español en este noble oficio. Veo las calles coyantinas empapeladas de carteles que anunciaban la celebración durante tres días de la 'I feria del marisco' en Benavente y me acuerdo de sus ácidos y resignados escritos. De todos es sabido que Benavente tiene salida al mar, que geográficamente limita con Caión y que ahí da comienzo A costa da morte. Para más inri se dice que se invitará a los asistentes a una “queimada gallega”. Desconozco cuál es el estado de las arcas del consistorio. Y me pregunto si en esta época de contención del gasto público que nos ha tocado vivir celebrar mariscadas populares en la meseta es una manera audaz de invertir el dinero de los vecinos.

Publicado en La Crónica de León, el miércoles 24 de noviembre de 2010, página 2
Miguel Hernández: "Oigo pueblos de ayes y valles de lamentos" (Elegía primera, a Federico García Lorca), fotografía perteneciente al álbum hermano 'La ventana de una lágrima'

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