2 de enero de 2017

Antonio Tabucchi - Sostiene Pereira

"Pereira sostiene que en aquel momento oyó otro grito sofocado y que se abalanzó contra la puerta del estudio. Pero el delgadito bajo se interpuso y le dio un empujón. El empujón pudo con la mole de Pereira y Pereira retrocedió. Escúcheme, señor Pereira, dijo el delgadito bajo, no me obligue a usar la pistola, tengo unas inmensas ganas de meterle un balazo en la garganta o quizá en el corazón, que es su punto débil, pero no lo hago porque no queremos muertos aquí, hemos venido sólo para dar una lección de patriotismo, a usted también le convendría un poco de patriotismo, visto que en su periódico no publica más que a escritores franceses. Pereira se sentó de nuevo, sostiene, y dijo: Los escritores franceses son los únicos que tienen valor en momentos como éste. Déjeme que le diga que los escritores franceses son una mierda, dijo el delgadito bajo, tendrían que ir todos al paredón y habría que mearse encima de ellos una vez muertos. Usted es una persona vulgar, dijo Pereira. Vulgar pero patriota, respondió el hombre, no soy como usted, señor Pereira, que busca complicidad en los escritores franceses. 

En aquel momento los dos sicarios abrieron la puerta. Parecían nerviosos y tenían una expresión preocupada. El jovencito no quería hablar, dijeron, le hemos dado una lección, le hemos tratado con dureza, quizá lo mejor sería salir pitando. ¿No habréis hecho alguna calamidad?, preguntó el delgadito bajo. No lo sé, respondió el que se llamaba Fonseca, creo que lo mejor será marcharse. Y se precipitó hacia la puerta seguido por su compañero. Escuche, señor Pereira, dijo el delgadito bajo, usted no nos ha visto nunca en su casa, no se pase de listo, olvídese de sus amistades, tenga presente que ésta ha si do una visita de cortesía, porque la próxima vez podríamos venir por usted..."

Antonio Tabucchi, Sostiene Pereira (Anagrama, orig. 1994, ed. 1999)

Imagen de Ministro de Educación de Portugal bajo la dictadura de Salazar.

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